Activistas se manifestaron frente a la Corte Constitucional en Quito para pedir que se detengan estas llamas.

Las comunidades de la selva amazónica se manifestaron ante la Corte Constitucional de Ecuador para exigir el cumplimiento de una orden emitida por la justicia que ordena el apagado de casi 500 mecheros que permanentemente queman gas, ubicados en la selva.

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En la selva ecuatoriana, el gas generado por los mecheros está constantemente en llamas. La industria del petróleo usa esta práctica para quemar los subproductos de la extracción del petróleo.

Los mecheros arden a una temperatura promedio de 400 grados Celsius y, según los científicos, las partículas que se expanden como resultado de la quema causan daños genéticos y cromosómicos, lo que explica la necesidad de que los pueblos amazónicos los apaguen.

Nancy Pilatuña lleva décadas luchando por los derechos de la naturaleza y las comunidades indígenas. También observa con descontento la falta de cumplimiento del Gobierno del presidente Daniel Noboa a la orden judicial de apagar gradualmente los mecheros que utilizan gas en los campos petroleros en la selva ecuatoriana.

“Nos duele que mueran niños, mueran familias completas y nadie ha ganado. Han intervenido, han demostrado, incluso a través de estudios científicos, que la salud ha sido afectada con enfermedades de cáncer, con otras enfermedades que antes los pueblos originarios de las selvas no tenían y todo por interés económico, porque el beneficio no llega a los pueblos”, declaró.

Este miércoles, activistas y miembros de las comunidades amazónicas se manifestaron frente a la Corte Constitucional en Quito para pedir que se detengan estas llamas. Se afirma que el gobierno se niega a cumplir con la decisión.

Desde hace más de dos años, se ha emitido una decisión favorable en la que se exige la reparación completa mediante la eliminación de los mecheros cercanos a los centros urbanos en un plazo de 18 meses.

Esos 18 meses terminaron el 31 de octubre de 2023, por lo que desde entonces no se le ha dado cumplimiento a esta sentencia. Casi 500 hornos de gas en la selva ecuatoriana necesitan apagarse. Muchos de ellos están en áreas pobladas y funcionan las 24 horas del día durante todo el año. Producen gases altamente contaminantes, como el metano.

Según dos investigaciones realizadas en 2016, tendrían efectos perjudiciales en la salud de los nativos americanos. Los investigadores descubrieron que al menos una de cada cuatro familias tenía un caso de cáncer.

En las dos provincias amazónicas, Orellana y Sucumbíos, se encuentra el mayor porcentaje de cáncer en Ecuador, siendo estas poblaciones de menor tamaño y careciendo de un hospital oncológico.

La empresa encargada de controlar las llamas, Petroecuador, informó que en 2022 se habían extinguido 145 de las 424 existentes. Sin embargo, estas comunidades afirman que esos datos son engañosos. Se afirma que mantendrán sus protestas hasta que se cumpla la sentencia.

De acuerdo con el informe más reciente del Ministerio de Energía y Minas, se cuenta con la presencia de 489 hornos de combustible. De ellos, 424 pertenecen a Petroecuador y 62 son empresas de carácter privado.

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